martes, 15 de septiembre de 2015

Lanzas mataperros

Hace un par de días vi un perro por la calle. Por su aspecto entendí que llevaba mucho tiempo abandonado, por lo que deduje que ya se había acostumbrado. Era tradición para él eso de estar solo y saber que en cualquier momento podría poner punto final a su vida. Había nacido para eso.


Como no le veía mucho futuro, y para evitar que muriese de forma trágica, decidí coger una lanza y y clavársela muchas veces, hasta que su corazón dejase de latir. Cuando todo terminó me aplaudí a mí misma por lo bien que lo había hecho. Hice mil fotos para que los medios lo publicaran. Me atreví hasta con un video. 

El perrito dio un último suspiro antes de cerrar los ojos para siempre y me sorprendió con su mirada. ¿Hasta cuándo? -me dijo. ¿Hasta cuando el ser humano va a estar por encima de los animales para torturarlos a su antojo? ¿Hasta cuando no se van a dar cuenta las personas de que atravesar animales con lanzas y espadas no es bonito? ¿Hasta cuándo van a seguir matando a los animales por puro placer? ¿Hasta cuándo en Tordesillas van a haber descerebrados que piensen que las tradiciones de energúmenos hay que respetarlas por mucho dolor que provoquen? 




Ojalá pudiesen hablar los animales, porque ¡menudo repaso nos iban a dar a las personas!, a los supuestos seres con capacidad de raciocinio. Da igual un torro, que un perro, que un gato. La cuestión es que estos animales tienen más clase que otras bestias de dos patas. 








Mari Carmen Montes
@mcmontesb

lunes, 6 de julio de 2015

La última hasta 2017


Nada más terminar la partida correspondiente a la final de la Copa Diputación de pelota valenciana, me di cuenta de que no iba a volver  a ver ningún choque de esta competición hasta el año 2017. En 'Periodista en Dublín' pueden averiguar por qué. 

La de ayer fue una final bonita, pero lejos de lo que pasa por mi cabeza al escuchar 'gran final'. He fantaseado con finales llenas de fiesta, de música, de jugadores firmando fotos, de sorteos, de camisetas de regalo que vuelen hacia el público, con meriendas o cenas incluidas... Pero ayer la fiesta que tenía que acompañar a la partida, me supo a poco. Ni una cámara de televisión para captar las imágenes de cómo el trío formado por Miguel, Dani y Conillet se hacían con la victoria, la cara de emoción del 'mitger' de Benavites al contarnos a los periodistas habituales que iba a ser papá, los abrazos entre los seguidores del equipo vencido, Puchol II y Nacho, y los que se hicieron con sus trofeos de campeones. Ni una sola televisión. 

domingo, 14 de junio de 2015

Despedida temporal

No se crean que me pierden de vista por aquí, que el proyecto que tengo entre manos estoy segura de que me va a dar la oportunidad de contarles muchas cosas sobre el país al que voy. Pronto les contaré detalles pero, de momento, sirva este blog de espacio para publicar una pequeña despedida temporal, en este caso de la 'pilota valenciana'. Y para hacerlo, tendrán que permitirme que lo haga en la lengua que predomina en cualquier recinto donde se pratique, el valenciano. 

Copio y pego lo escrito en un gran grupo de Facebook a través del cual se ha intentado dar voz al deporte autóctono de los valencianos, a pesar de que muchos 'de arriba' quisieran silenciarlo. 

sábado, 23 de mayo de 2015

Me caso, pero no sé con quién

Como no pertenezco a ningún partido político, permítanme que me salte la famosa jornada de reflexión correspondiente a las 24 horas previas al día de las votaciones. Y no me la voy a saltar porque tenga claro el partido al que voy a votar y quiera hacerles propaganda gratuitamente, sino por dejar plasmadas unas cuantas reflexiones que me vienen a la cabeza por no tener ni puñetera idea de qué lista meter dentro de los sobres que tendré que entregar el domingo. Lo que sí que tengo claro es que iré a votar. Demasiado costó a nuestros antepasados hacer realidad algo que hoy tenemos como derecho y que, al estar ahí, parece que toda la vida lo ha estado. Más que un derecho, creo que es una obligación nuestra el acudir el domingo a las urnas. Además, soy de las que opina que si usted no vota, en unos días no nos venga con cuentos y quejas. Lo de que 'después, cuando ya han salido elegidos, hacen lo que quieren', es otro cantar que tendremos en cuenta más adelante. 

jueves, 9 de abril de 2015

Un mundo rojo para mí

¿Cuántas veces han leído un libro y han tenido la sensación de que su mundo se desmoronaba y empezaban a contar desde cero? En un par de ocasiones me ha ocurrido a mí, y sin ir más lejos, ayer miércoles fue la última. Aunque si hay que seguir un orden, la primera vez que algo así me pasó fue hace ya bastantes años. Una historia me conmovió, la de aquel niño irlandés protagonista de 'Las cenizas de Ángela', obra de Frank McCourt. Me marcó el pensar lo crueles que pueden llegar a ser las personas y cuánta miseria hay repartida por el mundo. Sin duda alguna, una historia que me demostró que a veces las personas más cercanas, son las que más dolor pueden causarnos. 

lunes, 23 de febrero de 2015

Valencianos y señores del mundo mundial, perdón por el 'caloret'

Desafortunadamente, vuelvo a escribir por aquí para expresar la vergüenza que siento como valenciana y como fallera. Algo me decía a mí que eso de 'el caloret' que alcanzaba a escuchar desde mi posición durante el acto de la Crida, que tuvo lugar el pasado domingo, iba a tener sus consecuencias. Y en efecto, así ha sido. 

Si la Crida de 2006 será recordada por siempre por la frase "no es lluvia lo que cae, es el cielo que llora de emoción", pronunciada por Lucía Gil, Fallera Mayor de Valencia (FMV), la de 2015 no se despistará tampoco del calendario fallero de nuestras vidas. 'El caloret' de Rita Barberá, alcaldesa de la ciudad, ha pasado ya a formar parte de la historia fallera, muy a pesar de los que allí estábamos escuchando y de los que nos enteramos de la vergonzosa actuación de Barberá conforme íbamos volviendo a nuestros casales falleros e íbamos recibiendo mensajes de WhatsApp con montajes fotográficos criticando las palabras de nuestra querida alcaldesa (nótese el tono irónico en eso de 'querida', porque se ha lucido una vez más).