¿Cuántas veces han leído un libro y han tenido la sensación de que su mundo se desmoronaba y empezaban a contar desde cero? En un par de ocasiones me ha ocurrido a mí, y sin ir más lejos, ayer miércoles fue la última. Aunque si hay que seguir un orden, la primera vez que algo así me pasó fue hace ya bastantes años. Una historia me conmovió, la de aquel niño irlandés protagonista de 'Las cenizas de Ángela', obra de Frank McCourt. Me marcó el pensar lo crueles que pueden llegar a ser las personas y cuánta miseria hay repartida por el mundo. Sin duda alguna, una historia que me demostró que a veces las personas más cercanas, son las que más dolor pueden causarnos.