Cartel de la concentración celebrada en memoria de las víctimas |
31 de octubre. Otra vez. Si han visto las noticias, leído los periódicos o escuchado la radio hoy, sabrán -estoy segura de ello- que hoy se cumple un año de esa tragedia que nos marcó a todos. Una tragedia que ha condicionado, por suerte si vemos el único lado positivo, la organización de grandes eventos. Por desgracia, siempre nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena.
Para la celebración de Halloween, festividad de origen celta celebrada sobre todo en países anglosajones, cada cual se prepara de la forma que más conviente considera. Hay quienes se echan a la calle disfrazados, con una botella de alcohol en la mano y con muchas ganas de fiesta. Hay quien, además, lleva incorporadas las ganas de jaleo y de armar broncas. Para intentar controlarlas se preparan cada año dispositivos de seguridad especiales. En el caso de la ciudad de Valencia, más de 450 agentes intentarán evitar el acceso de gente con alcohol a las zonas más céntricas y habituales emplazamientos de los ya tradicionales botellones. Policía Nacional, Local, Autonómica; Bomberos, ambulancias... todos preparados para actuar. Todos preparados para cumplir sus funciones.
Cuando un Ayuntamiento te 'vende' tan bien la organización de estos dispositivos aún da más rabia pensar en el descontrol que hubo hace hoy 365 días en el Madrid Arena. Esa era la tragedia de la que les hablaba al principio de este post, cómo no.