Desafortunadamente, vuelvo a escribir por aquí para expresar la vergüenza que siento como valenciana y como fallera. Algo me decía a mí que eso de 'el caloret' que alcanzaba a escuchar desde mi posición durante el acto de la Crida, que tuvo lugar el pasado domingo, iba a tener sus consecuencias. Y en efecto, así ha sido.
Si la Crida de 2006 será recordada por siempre por la frase "no es lluvia lo que cae, es el cielo que llora de emoción", pronunciada por Lucía Gil, Fallera Mayor de Valencia (FMV), la de 2015 no se despistará tampoco del calendario fallero de nuestras vidas. 'El caloret' de Rita Barberá, alcaldesa de la ciudad, ha pasado ya a formar parte de la historia fallera, muy a pesar de los que allí estábamos escuchando y de los que nos enteramos de la vergonzosa actuación de Barberá conforme íbamos volviendo a nuestros casales falleros e íbamos recibiendo mensajes de WhatsApp con montajes fotográficos criticando las palabras de nuestra querida alcaldesa (nótese el tono irónico en eso de 'querida', porque se ha lucido una vez más).